Todo lo que tiene un inicio tiene un final y los aparatos de nuestro hogar no son la excepción. Su esperanza de vida es limitada, pero está en nuestras manos exprimir al máximo su vida útil manteniendo la funcionalidad y el rendimiento.
Tanto los electrodomésticos como cualquier otra electrónica de consumo del hogar tienen los días contados. Con el uso, limpieza y mantenimiento adecuado, esta esperanza de vida no se verá perjudicada.
¿Qué afecta al deterioro?
Cada producto es distinto de los demás, tanto en diseño y funcionalidad como en los materiales que se han empleado para construirlo. Pero los dos principales factores que afectan al deterioro de un aparato son el mal uso del mismo y una limpieza inadecuada.
El mal uso, generalmente es por desconocimiento, ya que la mayoría de los usuarios no tiene en cuenta el manual de instrucciones de cada aparato, de hecho casi ninguno lo conserva durante toda la vida útil del mismo.
Otros factores que pueden dañar a los aparatos eléctricos y electrónicos son, evidentemente, los cambios bruscos en el voltaje de la red eléctrica. Además una mala ubicación de un electrodoméstico puede afectar a su consumo, su funcionamiento y su deterioro, como es el caso de las neveras, que no deben estar ubicadas en un lugar donde reciba luz del sol directa ni estar próximas a una fuente de calor como el horno o radiadores.
¿Cómo alargar su vida útil?
El primer consejo que podemos tener en cuenta es leer atentamente el manual de instrucciones del electrodoméstico. En él se nos explica de qué partes consta, cómo se utiliza cada función, recomendaciones para la correcta ubicación, entre mucha otra información de interés.
Cada fabricante ha diseñado sus aparatos para funcionar de determinada manera y en determinadas condiciones, estimando una vida útil para estas condiciones específicas. Al salirnos de estas condiciones, la vida útil del aparato se verá reducida, y eso es algo que terminará afectando a nuestros bolsillos. Por ejemplo, la esperanza de vida de una lavadora es de 8 a 12 años, con un uso inadecuado puede durar mucho menos, pero siguiendo las recomendaciones del fabricante y/o de nuestro servicio técnico de confianza, su esperanza de vida podría extenderse en un par de años más. Pospondremos así el gasto que supone la compra de una nueva lavadora en sustitución.
Es importante que la instalación eléctrica de la vivienda se encuentre en buen estado, para evitar cambios en el voltaje que afecten al funcionamiento de los aparatos. Del mismo modo, conviene que la vivienda no sufra de humedades y moho.
A la hora de la limpieza, cada aparato acumula distintos tipos de suciedades y en diferentes lugares. Generalmente limpiamos el exterior de los electrodomésticos, y aquellas superficies donde los alimentos se puedan almacenar o cocinar. Pero nos olvidamos de aspirar la parte trasera de la nevera o limpiar a fondo los filtros de la campana extractora, partes que afectan al rendimiento del aparato. Tampoco debemos olvidarnos de limpiar cualquier tipo de junta o filtro que pueda tener el electrodoméstico, a los cuales tenemos que prestar atención ante cualquier deterioro para reemplazarlos de ser necesario.
Por supuesto, no debemos olvidarnos de acudir a un servicio técnico de confianza cuando tengamos alguna duda que no pueda ser aclarada con el manual de instrucciones, también conviene acudir al SAT ante la sospecha de un funcionamiento inadecuado o una avería. Allí nos proporcionarán asesoramiento, recambios y repuestos, nos garantizan una buena reparación y hasta nos ofrecen los mejores productos para la limpieza de cada tipo de electrodoméstico.