Gracias a la experiencia que tiene nuestro equipo de servicio técnico, somos capaces de afirmar que el secreto para hacer una colada perfecta no radica únicamente en el desempeño de la lavadora, sino también en el uso que se le da a este artefacto electrodoméstico. Pero… ¿cuál es la diferencia?
¡Fácil! No es lo mismo introducir ropa en el tambor de forma deliberada, que clasificar cada prenda, separarla por colores, escoger la programación adecuada, etc. Por ello, compartiremos algunos consejos para hacer la colada perfecta y que nuestra ropa no “muera” en el intento. ¡Imperdible!
- La misión inicia desde el cesto de la ropa
Aunque la idea es contar con varios cestos para guardar la ropa por colores y tejidos, lo más común es que dispongamos de una cesta exclusiva para todas las piezas de vestir. Si este es el caso, debemos asegurarnos que estos contenedores dispongan de la ventilación pertinente a fin de impedir humedades y olores desagradables.
- El “arte” de llenar el tambor
¿Queremos que nuestra ropa salga de la lavadora con el mismo color y la misma talla? Esto no es imposible, para ello, aunque sea una labor tediosa, tenemos que clasificar cada prenda antes de introducirla en el tambor (tejido, color, textura…)
- ¿Color? ¿Tipo de tejido?
Cada lavadora tiene la peculiaridad de contar con un programa específico de colada, que tiene en cuenta el tejido y color de tu ropa a fin de darle el tratamiento de altura que se merece.
Aunque… primero echémosle un vistazo a las recomendaciones del fabricante de la ropa, para determinar a qué temperatura, nivel de agua y tiempo, vamos a programar la lavadora.
- Sí, llegó la hora del detergente y el suavizante
Cuando llegamos a este punto, nuestro equipo de servicio técnico siempre nos recuerda que es la hora de añadir el detergente y, si la colada lo amerita, el suavizante.
Pero, hay un pequeño detalle que suele confundir a los usuarios: en su mayoría las lavadoras poseen tres compartimentos y solo vamos a verter dos productos, ¿qué debemos hacer? ¡Conservemos la calma!
- El cajetín del suavizante es fácil de reconocer, pues mayormente se encuentra en el centro y es del menor tamaño.
- Nos quedan dos compartimientos de detergentes, ¿verdad? Uno marcado con I el otro con II. ¿Sí? ¡Vamos bien!
- Para el lavado diario se va a verter el detergente en el cajetín II, pero en aquellas circunstancias donde la ropa esté extremadamente sucia y necesitemos realizar prelavado, tranquilamente podemos derramar el producto de limpieza en el compartimiento I.
No olvidemos tener en cuenta la dosis recomendada por el fabricante, de esta forma se evitará el incómodo exceso de espuma y que queden molestos residuos en la ropa. Ahora sí, dejemos que la lavadora se luzca.
- Abre la puerta a una colada impecable
Una vez que la lavadora termine con su trabajo, seguramente notaremos que toda la ropa está limpia y, lo mejor de todo, que ha conservado su talla y color original, ¿por qué? Pues seguimos los consejos ofrecidos por los expertos de nuestro servicio técnico.
Por último, nos hace falta solo un paso: vamos a sacar las prendas para evitar que el olor a humedad se impregne en la ropa.
Ahora, si deseas una orientación más ampliada de cómo lograr una colada implacable, solo contacta a nuestra asociación de servicios técnicos SAT en la provincia de Pontevedra.
