Algunos factores clave deben ser tenidos en cuenta antes de comprar un lavavajillas para asegurarnos de que éste cubrirá satisfactoriamente nuestras necesidades.
El lavavajillas es un elemento cada vez más frecuente en los hogares actuales. Cada año salen nuevos modelos más económicos, más eficaces y con menor consumo energético. Su precio suele variar en función del modelo, pero en la mayoría de los casos suele oscilar entre los 300 y los 900 euros, dependiendo de sus funcionalidades y características.
A la hora de elegir cuál es el lavavajillas más adecuado para nuestro hogar, debemos tener en cuenta determinados criterios. La cantidad de gente que utilizará el lavavajillas, el espacio disponible en nuestra cocina, el presupuesto que tenemos, el tipo de cocina y diseño que consideremos oportuno, el ruido que pueda hacer y el consumo energético del electrodoméstico, son algunas de las cuestiones más importantes que determinarán cuál es el modelo más apropiado en nuestro caso.
1. Tamaño y tipo de lavavajillas
Dependiendo del tamaño y la distribución de nuestra cocina podemos evaluar si nos compensa más un lavavajillas de sobremesa, encastado o empotrado entre los muebles de la cocina, o uno independiente. En el caso de los encastados, es de gran importancia tomar las medidas exactas del hueco del que disponemos.
Respecto al tamaño del lavavajillas, lo ideal es comprar un electrodoméstico de gran capacidad de carga con diferentes programas que permitan un uso más económico del aparato. Pero si solo somos dos en casa, es recomendable mirar un aparato más reducido. Adaptando siempre la máquina a nuestras necesidades.
2. Eficiencia energética
El ahorro de energía de nuestro aparato es algo a tener en cuenta, no solo por el medio ambiente, sino también para nuestros bolsillos. Sobre la eficiencia energética del aparato debemos fijarnos en una etiqueta que indica con una letra entre la A y la G su grado de eficiencia. A mayor eficiencia energética, más cercana a la primera letra del abecedario. Si en la etiqueta observamos una “F”, implica que el gasto es de un 1020% por encima de lo que debería, una “D” implica un consumo normal o medio y una “A” implica un ahorro de hasta un 45% respecto a un electrodoméstico normal. Existen también “AAA” o “A+”, que implican un ahorro aún mayor.
3. Otros factores
Hay otros factores técnicos a considerar, como el ruido que produzca el aparato durante su funcionamiento. En este aspecto es recomendable que no supere los 50 decibelios. Si es lo bastante silencioso podemos utilizarlo en horarios de tarifa reducida e incluso de noche sin que moleste a la familia ni a los vecinos. De esta manera se puede evitar que coincida con otros consumos y con ello evitamos el riesgo de que salte el limitador.
Imagen: wikipedia.org
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