Conocer y controlar el gasto energético particular en nuestros hogares es fundamental para el ahorro.
Nuestro país todavía se encuentra por detrás de otros países europeos en materia de consumo responsable y eficiencia energética.
Las subidas de precios combinadas con un gasto sin control, pueden hacer estragos en los bolsillos de muchas familias. Por este motivo se hace necesario medir y conocer el consumo energético que se produce en nuestros hogares para racionalizarlo de la forma más efectiva posible.
Estos 5 trucos pueden ser de gran ayuda para controlar el gasto y ahorrar:
1. Contratar la potencia correcta
Es posible que tengamos contratada más potencia de la que realmente necesitamos. Ajustando la potencia a las necesidades reales de nuestro hogar se puede conseguir un pequeño ahorro constante a lo largo del tiempo.
En el mercado hay medidores de potencia para ayudarnos a realizar los cálculos, aunque no son imprescindibles. También se pueden realizar pruebas conectando al mismo tiempo los electrodomésticos que más consumen para ver si salta el interruptor de control de potencia (ICP), situado en el cuadro eléctrico. Si no salta, quiere decir que tenemos margen para reducir la potencia.
2. Uso y mantenimiento de los electrodomésticos
Si tenemos que comprar un electrodoméstico nuevo debemos elegir uno de clase energética A+, ya que los de esta clasificación son los que necesitan consumir menos energía para funcionar correctamente.
El frigorífico es uno de los electrodomésticos que más energía consume. Para recortar el gasto hay que dejar suficiente espacio entre este aparato y la pared permitiendo una buena ventilación, evitar la formación de hielo y no guardar nunca alimentos calientes en su interior.
3. Ahorro en iluminación
Las bombillas incandesentes y las halógenas son las que más energía consumen. En la medida de lo posible deberían ser sustituidas por bombillas de bajo consumo, tubos fluorescentes o bombillas LED, ya que su consumo es notablemente menor.
La situación estratégica de ventanas y pintar las habitaciones de colores claros permitirá un mejor aprovechamiento de la luz natural, reduciendo el uso de la iluminación artificial.
Finalmente, es esencial apagar siempre las luces en las habitaciones que no se estén utilizando.
4. Regulación de la temperatura
El primer paso para ahorrar en calefacción y/o aire acondicionado consiste en invertir en un buen aislamiento. De este modo las variaciones de temperatura externas y la humedad no afectarán tanto al interior de la casa.
Con la instalación de un termostato podemos mantener la temperatura en su rango ideal, que sería de 20 grados en invierno y 25 en verano. Para una óptima difusión del calor durante los meses de frío no debemos cubrir nunca los radiadores y conviene purgarlos periódicamente. También hay que revisar que la caldera funciona correctamente y en caso de cualquier duda, acudir a un técnico especializado.
5. Utilizar ciertos electrodomésticos en horarios más económicos
El precio de la energía es diferente dependiendo del horario y la época del año. Teniendo esto en cuenta podemos aprovechar las horas del día en las que la energía es más barata para utilizar electrodomésticos de uso intensivo como la lavadora, el lavavajillas o la plancha.
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