Teniendo en cuenta algunos factores como el consumo de agua y energía, o la gestión de los residuos que generamos, podemos convertir nuestro hogar en un lugar más sostenible.
Un desarrollo social y tecnológico que no sea respetuoso con el medio que lo acoge es insostenible a largo plazo. El equilibrio medioambiental es responsabilidad de todos, ya que repercute directamente en nuestra salud y calidad de vida.
¿Qué podemos hacer para que nuestro estilo de vida sea más ecológico? Podemos empezar por adaptar nuestra casa para que sea más eco-friendly. Los beneficios de esta medida no sólo se reflejarán en nuestro entorno, sino también en la economía doméstica, pues uno de los pilares del desarrollo sostenible es el ahorro. Con los siguientes consejos podemos conseguirlo:
1. Reducir el consumo de energía
La producción de energía tiene un alto impacto ambiental. Un consumo responsable minimiza ese impacto además de reducir gastos en nuestras facturas. Se puede conseguir llevando un control racional de lo que gastamos en gas y electricidad. Por ejemplo, podemos evitar abusar de la calefacción cuando las temperaturas comienzan a bajar abrigándonos un poco más.
También podemos plantearnos instalar sistemas de energías renovables, como paneles solares, con el apoyo de acumuladores nocturnos. De este modo podemos producir nuestra propia energía limpia.
Con una correcta ventilación y un buen aislamiento podemos mantener el interior de la casa más fresco en verano y más caliente en invierno, además de evitar problemas como el exceso de humedad. De este modo el uso de calefactores, aire acondicionado y deshumidificadores se vuelve más prescindible.
Los electrodomésticos de bajo consumo, que no emitan ondas electromagnéticas ni gases nocivos, son otra de las claves para un hogar más sostenible. Podemos recurrir a un técnico de confianza si es necesario para garantizar su perfecto funcionamiento.
2. Ahorrar agua
Ducharse en lugar de bañarse ahorra tiempo además de gastar menos agua. Utilizar electrodomésticos eficientes, instalar depósitos para recogida de agua de lluvia y sistemas economizadores en grifos y cisternas, también son medidas efectivas para conseguir este objetivo. Además podemos utilizar aguas residuales depuradas para regar.
3. Separar residuos
Contribuir al reciclaje es responsabilidad de todos. Comencemos por separar en casa los residuos para después desecharlos en los contenedores correspondientes fácilmente.
4. Plantar vegetación
La presencia de plantas tanto en el interior como en el exterior de la casa ayuda a mantener un ambiente y una temperatura agradables. Además una capa de vegetación reduce los niveles de contaminación ambiental y acústica de forma natural gracias a sus propiedades aislantes.
5. Limpieza
Algunos productos de limpieza, como el cloro o el amoniaco, son excesivamente agresivos con el medio ambiente, pudiendo dañar los ecosistemas en los que acaben vertidos. Es importante fijarnos bien en las etiquetas para elegir los productos menos nocivos, o bien optar por alternativas naturales.
6. Pinturas naturales
Es recomendable utilizar pinturas que no contengan sustancias tóxicas. Las que contienen silicato son las más fáciles de limpiar, más saludables y más ecológicas.
7. Fontanería
El material del que se componen nuestras tuberías también debe ser tenido en cuenta para completar un entorno más ecológico. Las de polipropileno son las más resistentes a altas temperaturas, detergentes y corrosivos. El polietileno de alta densidad es el material más apropiado para conductos de saneamiento de pequeño diámetro.
Imagen: commons.wikimedia.org
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