El horno es un electrodoméstico indispensable en cualquier cocina, y por ello hay que escoger bien para lograr una buena compra.
El horno, junto con la nevera, es un electrodoméstico que tiene que estar presente en toda cocina. Y a la hora de comprar uno nuevo, ya sea para sustitución de uno antiguo, o para una nueva vivienda, conviene escoger aquel que más adapte a nuestras necesidades y a nuestro presupuesto.
Para encontrar este horno ideal para cada uno, debemos primeramente conocer nuestras necesidades, y en base a ellas poder realizar nuestra búsqueda. Para ello podemos preguntarnos cuánto y cómo lo usaremos, cómo es nuestra cocina y cuánto espacio tenemos en ella. Una vez conozcamos la respuesta a estas preguntas, no debemos olvidarnos de nuestro presupuesto de compra.
Uso
Si usamos muy poco el horno, podemos optar por cualquier tipo de horno, pero si su uso es habitual este es propenso a acumular mucha suciedad debido al horneado de alimentos. En estos casos es mejor recurrir a un horno pirolítico, que utilizando altas temperaturas convierte la suciedad en ceniza, evitando que se adhiera al horno. Esto facilita la limpieza a un sencillo pase de bayeta. En caso de escoger un horno pirolítico, conviene poder invertir un poco más de dinero, y escoger uno de alta eficiencia energética, a fin de reducir el coste energético realizado durante la limpieza pirolítico.
En cuanto al uso que hagamos del horno, este definirá las funciones que necesitaremos tener en cuenta a la hora de comprar. Pudiendo pasar de un sencillo horno con grill para gratinar platos de pasta o calentar pizzas, a prácticamente hornos que cocinan solos en base al tipo de receta o alimento a cocinar.
La cocina
Los otros dos factores a tener en cuenta a la hora de comprar son el espacio del que disponemos en nuestra cocina y nuestra propia cocina en sí. El espacio que tenemos, sin duda es determinante a la hora de comprar, ya que el modelo que escojamos tendrá que ajustarse al hueco del que disponemos. Por suerte hay variedad de tamaños, e incluso para cocinas muy pequeñas con muy poco espacio, existen combinaciones de horno tradicional y microondas, eso sí, esta opción es ligeramente más cara.
En cuanto al espacio hay que tener en cuenta otro detalle: la puerta. La puerta del horno se puede abrir de diversas formas, y dependiendo del espacio disponible en la cocina y su ubicación, puede que el horno encaje en su hueco, pero la apertura de la puerta resulte ser un estorbo. La puerta del horno se puede ser abatible hacia abajo o hacia un lateral, o puede ser extraíble como si de un cajón se tratase. Es por ello que el tipo de apertura también ha de ser tenido en cuenta, considerando el espacio de trabajo de la cocina.
En cuanto a la propia cocina, debemos tener en cuenta el diseño estético general de la misma. Si el resto de electrodomésticos tienen un acabado en inoxidable, evidentemente no escogeremos un horno con acabado tradicional en blanco, ya que desentonaría.
Otros factores
El factor energético siempre ha de ser tenido en cuenta, ya que cuanto mayor sea su categoría, mayor ahorro energético nos proporcionará a medio y largo plazo. Si es cierto que puede ser ligeramente más caro, pero es una inversión que repercutirá en un ahorro en la factura de la luz, especialmente si el horno se usa habitualmente. Además estaremos protegiendo el medioambiente.
En cuanto se tienen claros estos factores, se combinan con el factor económico de cada uno y ya se puede acudir a nuestro distribuidor de electrodomésticos de confianza para buscar nuestro horno perfecto. Porque ya sabremos que queremos y cuando nos podemos gastar.
Tras la compra
Tras haber comprado el horno, debemos guardar el manual y la factura. Ojo, la tinta de las facturas puede borrarse con el tiempo, por lo que es recomendable hacerles una fotocopia. La factura nos servirá para reclamar nuestros derechos sobre la garantía del horno.
En la tienda podemos pedirles, que el instalador se lleve el viejo electrodoméstico para reciclar. También es importante que mientras el técnico instala el nuevo horno, aprovechemos para preguntarle cómo se desmontan ciertas partes, como la puerta, para realizar poder realizar una limpieza en profundidad. También podemos aprovechar para echar un vistazo rápido al manual de instrucciones, para poder consultar cualquier duda que nos pueda surgir en el momento.
Todos estos factores nos guiarán hacia un horno perfecto, adaptado a nosotros, nuestras necesidades, nuestro bolsillo y nuestra cocina, y nos evitarán sorpresas que de otro modo nos provocarían dolores de cabeza innecesarios.