Deshumidificadores, ¿qué son? ¿cómo funcionan?

Aparatos electrodomésticos que reducen el exceso de humedad que se encuentra en las paredes de las casas, en el aire, en la ropa y en los libros. Ya que la humedad puede provocar, además de las conocidas incomodidades para su habitabilidad, uso y conservación, graves consecuencias para el medio ambiente y la salud, sobre todo para las personas mayores con problemas respiratorios y para los enfermos de asma. Es este el significado de deshumidificadores.

La función de los deshumidificadores

Como mencionábamos antes, su función se basa en remover la humedad del aire, y a través del  aire controlar la humedad en espacios cerrados. Los modelos con compresor son los más frecuentes y son los más utilizados para deshumidificar el sitio requerido. Su funcionamiento es el siguiente: el aparato aspira la humedad del aire, lo filtra y lo dirige hacia un condensador.

deshumificador

Este último está a bajas temperaturas (el compresor comprime un gas refrigerante y este permite reducir su temperatura) que tiene un efecto de condensar el vapor de agua contenida en el aire y convertirla en agua). Esa agua se recoge en un depósito, pero también puede colocar un tubo o manguera de desagüe (drenaje continuo) y, de esta manera el aire se vuelve totalmente seco.

El llamado “gel de sílice” es muy eficaz a bajas temperaturas. Por esta razón son recomendados en las estancias más frías. Funciona sin compresor y sin refrigerante, por lo que no es nocivo para el medio ambiente.

Estos son aparatos especialmente concebidos para dar una solución inmediata, rápida y eficaz a todos los problemas originados por el exceso de humedad en el aire sin necesidad de instalación en el caso de los pequeños equipos domésticos, y mínimos gastos de instalación y mantenimiento en los equipos industriales y de mayor capacidad del aire.

El porcentaje de humedad relativa adecuado para el confort y la salud está entre el 45% y el 55%, sea verano o invierno. El exceso de humedad puede ser causado por varios factores tales como: el clima muy frio afuera y caliente al interior de la edificación, lluvias, fugas en tuberías, altos niveles de humedad fuera de la casa, como en casas ubicadas al rededor de fuentes de agua natural, o en climas cálidos y húmedos como por ejemplo en la provincia de Pontevedra y Vigo donde la humedad actualmente se mantiene elevada a un 77% o en lugares donde haya ventilación insuficiente para eliminar el exceso de humedad de la casa.

La humedad puede ocasionar problemas respiratorios, sinusitis, asma, potenciar las alergias y causar enfermedades especialmente en los niños y en las personas mayores, por la presencia de hongos y ácaros. Además, el frío y la humedad afectan a las articulaciones, a los músculos y a la piel.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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