Protección contra servicios técnicos malintencionados

Existe la creencia popular de que los servicios técnicos se aprovechan del desconocimiento de los usuarios, para actuar de manera malintencionada en contra de los intereses del cliente. Esta falsa idea viene dada por las malas experiencias de usuarios con técnicos de dudosa profesionalidad.

Protección contra servicios técnicos malintencionadosAunque no se puede generalizar, es cierto que cuando el río suena, agua lleva. El origen de esta creencia, viene dado por aquellos usuarios que han tenido malas experiencias con técnicos de dudosa profesionalidad, que ni siquiera tienen un local o taller al que acudir para reclamar. 

Otro problema al que se enfrenta el usuario, es su desconocimiento general de todo lo referente a su avería y sus derechos. Las tecnologías avanzan y se diversifican a tal ritmo que es imposible estar al día en todo. Algo que un técnico malintencionado puede aprovechar en su contra.

Qué nos pueden hacer

Un técnico mal intencionado, puede mentir al usuario diciendo que ha cambiado un componente del equipo, cuando en realidad no ha sido así por ser la avería más simple. Haciéndose así con un beneficio extra. Las piezas sustituidas siguen siendo de tu propiedad, por lo que puedes exigir que te la entreguen.

En el caso de reparación de ordenadores, en el peor de los casos podría llegar a producirse un robo de información o datos de sus discos duros, o sustituir componentes por otros de menor calidad sin informarle de ello. En este caso último, podemos emplear una herramienta de diagnóstico de PC como por ejemplo Everest, que nos muestre las referencias de todos los componentes de nuestro ordenador, antes de llevarlo a reparar. Para poder compararlas tras la reparación y comprobar si este cambio de piezas ha sido realizado.

Qué hacer

Lo mejor es siempre prevenir. Acudir a un servicio técnico de confianza siempre será la mejor opción. De un servicio técnico de confianza, conoceremos su dirección postal, su teléfono, tendremos referencias de conocidos, opiniones de usuarios en su web o redes sociales, en definitiva, confiaremos en ellos porque sabemos que son responsables con su trabajo y sus clientes.

De un servicio técnico deberás recibir presupuesto y factura, gracias a los cuales podrías ejercer tu derecho de reclamación en caso de disconformidad.  Además de estos documentos, siempre deberíamos recibir información del tipo: ¿Qué ha causado la avería? ¿Cuál o cuáles son las partes averiadas? ¿Cuánto costará la reparación? ¿Cuánto tardará la reparación? o incluso que alternativas tenemos en caso de no compensarnos la reparación.

A pesar de todo, estos técnicos malintencionados no abundan, pero no por ello debemos dejar de ser cautos. Acudir a un servicio técnico ha de ser como acudir a un médico, al cual confiamos nuestra salud, al servicio técnico le confiaremos la salud de nuestros aparatos electrónicos, eléctricos, calefacción, etc.

Características de un servicio técnico u oficial de confianza

Acudiendo a un servicio técnico de confianza, nos protegeremos contra timos y estafas, pero, ¿cómo distinguirlos? Independientemente de si son SAT oficiales o multimarca, los servicios técnicos en los que se puede confiar cuentan con las siguientes características:

  • Taller o tienda de ubicación conocida.
  • Antigüedad: no han abierto el negocio ayer, ya llevan establecidos algún tiempo.
  • Proporcionan información al cliente, antes, durante y después de la reparación.
  • Nos facilitan presupuesto y factura, y si procede las piezas sustituidas.
  • Utilizan repuestos originales nuevos, y en caso de utilizarlos de segunda mano, estos han de cumplir con las mismas condiciones que si estuviesen nuevos, informándonos de que no se está empleando una pieza realmente nueva.

Otros factores incrementarán nuestra confianza en el servicio técnico, tales como:

  • El servicio técnico está avalado o pertenece a una asociación de servicios técnicos, a cualquier nivel: ciudad, provincial, autonómica o nacional.
  • Estar recomendado por familiares y amigos.

Recuerda que es un fraude suplantar al servicio oficial de la marca, cuando como clientes, es eso lo que queremos contratar. No olvides pedir la acreditación del fabricante o, en caso de no ser oficial, una tarjeta acreditativa y homologada por una asociación profesional.

En definitiva, para poder confiar en un servicio técnico y no caer en estafas y fraudes por parte de técnicos malintencionados, debemos tener en cuenta todos estos factores y aludir a nuestro sentido común.

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