Desde la aparición del primer televisor comercial en 1926, estos han ido avanzando aplicando siempre nuevos avances técnicos a fin de mejorar la calidad de la experiencia visual y sonora de la pantalla.
A medida que las pantallas planas (Plasma, TFT, LCD, LED) han ido apareciendo, las resoluciones y calidad de imagen han estado muy equilibradas, y lo mismo sucede con la sonoridad. Esto ha obligado a ir incluyendo más y más prestaciones a los televisores, con el fin de estimular el mercado y motivar a los consumidores a cambiar su televisor ya anticuado.
Esta incorporación de funcionalidades no es algo nuevo, pues ya en los años ochenta ya se comercializaban aparatos híbridos, mitad radio mitad televisor, o la incorporación del teletexto, una funcionalidad que causó furor a finales de los ochenta y principios de los noventa.
El apagón analógico, ha obligado al consumidor a comprar en su momento adaptadores a TDT o a sustituir el televisor que ya tuviese. Pero para desgracia del pobre consumidor, se han incorporado nuevas funcionalidades a posteriori, dejando su nuevo equipo obsoleto en pocos meses.
Incorporando las nuevas tendencias, para atraer al consumidor, aparecieron los televisores 3D o incluso con control gesticular, que a través de una cámara, detecta los gestos del usuario y pueden realizarse tareas habituales, como cambiar de canal, subir o bajar el volumen o apagar el televisor sin necesidad de mando a distancia.
¿El último paso?
Pero curiosamente no es hasta hace relativamente poco tiempo, que ha empezado a incorporarse la mayor de todas las tendencias tecnológicas de todos los tiempos, Internet. Así a través de una interface de datos, generalmente inalámbrica (WIFI), los televisores permiten al usuario consumir otro tipo de contenidos como pueden ser:
- Navegación web
- Juegos interactivos
- Prensa escrita en formato digital
- Radio en streaming
- Televisión en streaming
- Televisión a la Carta
- Cadenas internacionales de Televisión
Y la lista sigue creciendo con nuevas aplicaciones. Sin duda, esta no será una moda pasajera, y con el tiempo todos los televisores, terminarán trayendo de serie la conexión a internet. Pero por supuesto todavía no está todo inventado, y ya se están trabajando en los próximos pasos evolutivos de la televisión como puede ser el perfeccionamiento de las pantallas de tinta electrónica, o quien sabe, la televisión con olores.
Estos avances afectan de manera importante a los usuarios, que cada cierto tiempo se ven “obligados” a sustituir su receptor de televisión por uno más moderno. Pero no son los únicos afectados, ya que a nuevas tecnologías, nuevas averías. Por ello los técnicos del Servicio de Atención Técnica (SAT), están sujetos a una constante adaptación a los nuevos cambios, sometiéndose a una formación casi constante, para poder solucionar estas nuevas averías que pueden aparecer.
Imagen: Samsung
